Desde que tengo uso de razón he defendido a capa y espada la religión (y en concreto la mía), pero en los últimos tiempos había dejado a un lado el estoque porque vista la moda de las bacanales y la mentalidad de la libertad moral, veía mi lucha como algo sin sentido.
Cada uno hacía lo que quería, ¿no? Pues lo que yo quería era mantenerme en mis creencias y seguir un orden moral, ya me lo estableciera Dios, el Papa o un ente desconocido.
Y entonces llegan momentos como el de hoy, en el que uno oye a personajes como Francisco Delgado (presidente de "Europa laica") repartir a diestro y siniestro contra la Iglesia. Lo vi el otro día sentado tras una mesa como si fuera un tío importante, o al menos formal (así al estilo de los que disimulan su sinvergonzonería tras una mesa en San Sebastián o los de las asambleas en Plaza Cataluña), arremetiendo contra las JMJ (Jornadas Mundiales de la Juventud donde los jóvenes se encuentra con el Papa).
Me indignó bastante (se lleva ahora mucho esto de la indignación; me apunto) su tono de voz, su violencia verbal y su sonrisa sarcástica. Según este señor, no tenemos por qué ayudar al Papa a venir a España, ni tampoco a los jóvenes a ir a verlo, ni ofrecer acogida en ningún lugar público, ni nada de nada. Su visita va a ser una nueva misión terrorista contra la libertad moral y los principios "progresistas" y no podemos dejar que eso ocurra. No lo dijo así, pero se podía escuchar entre líneas. ¿No le facilitamos el acercamiento al Papa a los jóvenes y en cambio le damos una alcaldía y una Capital de la Cultura a Bildu? ¿No puede el Estado ofrecer acogida y ayuda monetaria a la Iglesia, pero sí financiar conciertos de Ricky Martin para Chueca? ¿Qué mundo es éste?
Salieron varios miembros de equipos directivos de distintos colegios/institutos públicos criticando que utilizaran sus aulas en AGOSTO para que pernoctaran los peregrinos. ¡Eso es solidaridad, humanidad y generosidad progresistas, dí que sí! No lo vi, gracias a Dios, pero estoy seguro de que en LaSexta los rótulos que le pusieron fueron algo así como "Honorable defensor de los derechos de las instituciones públicas" o "El verdadero Dios". Tanta libertad para unos, y tanta crítica para otros... Para ver cosas, no morirse.
Y a renglón seguido, lo siguiente que vemos son los preparativos para el Fiestorro del Orgullo Gay. Me parece genial que se sientan orgullosos (aunque la verdad es que pocas veces he visto Fiestorro del Orgullo Hetero, pero qué le vamos a hacer, será que SE SIENTEN distintos, no sé), pero veo que la opinión pública rara vez se va a mostrar igual de reticente con el pago de las borracheras de Jorge Javier, la Reinona Drag y el desenfreno de miles de gays, que con el pago de los recorridos de Benedicto, las acogidas de peregrinos y las MacroEucaristías. Si piensas que es excesivo el gasto en Chueca, eres obsoleto, retrógrado, homófobo e incluso fascista; si piensas que tendríamos que igualar condiciones entre unos gastos y otros, tres cuartos de lo mismo. ¡Peeeeerfecto!
He decidido indagar en las vísceras de esa organización atea, Europa Laica, y me encuentro con un artículo donde "La Iglesia católica española es una gran empresa mercantil, sucursal de la enorme multinacional vaticana, que mercadea en todo el mundo con innumerables productos" y donde "la Conferencia Episcopal ha actuado con tendenciosa, calculada e interesada falsedad al afirmar que ahorra al Estado varios millones de euros a través de su obra social y de la enseñanza". El artículo da a entender que la Iglesia busca controlar todos los ámbitos de la vida e imponer cierta misoginia. Un pasado oscuro y varios cientos de degenerados pederastas han hecho mucho daño a mi Iglesia, lo sé, pero considero que personas que dicen cosas como éstas debían de estar igual de condenadas que el que considera la homosexualidad poco más que un vicio resultado de una revolución hormonal mal controlada.
Por otra parte, creo que esos que tanto critican a la Iglesia poco saben de ella. La Iglesia siempre ha sido un círculo en contra de la homosexualidad, o al menos eso dicen "los intelectuales", pero bastante equivocados están. Toca ahora mi pequeño grano evangelizador como cristiano que soy, y es que Dios quiere y acepta a todos. Y todos es todos. Si los homosexuales os sentís dentro de un todo, cosa que dudo que sintáis por mucho que lo defendáis (vista está vuestra Juerga del Orgullo Gay), entráis dentro de su círculo. Uniros en matrimonio católico es oveja churra, y no queramos mezclarlo con merinas.
Para concluir, me gustaría despedirme de todos aquellos que dejarán de leer mi blog después de esta publicación, por ser la más clara, concisa, directa e incluso violenta o, simplemente, por ser la primera que defiende a un "órgano tan mercantil, retrógrado, misógino y esclavizador" como es la Iglesia y a toda su obra social.
Dejo una pullita con el cuadro que adjunto y que le da título al post:
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| El triunfo de Baco o Los Borrachos, de Velázquez |
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by: Joaquín Bueno
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